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Durante el día se terminan los preparativos de las últimas hogueras, que arderán al paso de la Virgen al atardecer, y por qué no, también de los últimos escobones (escobas secas ensartadas y atadas con una cuerda), que los más rezagados todavía no tenían preparados, con la finalidad de poder alumbrar a la Inmaculada Concepción a su paso por las calles de la localidad. También podemos ver ese trasiego de gente, algunos atónitos por lo que les cuentan, y otros alegres disfrutando y saboreando la proximidad de su fiesta más esperada.
Sobre las cuatro de la tarde empieza a sonar el tamboril, lo que hace presagiar que el momento se acerca, ya que por las calles, portando el estandarte de la Virgen, caminan el mayordomo y sus acompañantes (familiares y amigos más allegados) llevando a cabo la tradicional petición de rosca.
El mágico ritual ya ha empezado, y poco a poco se irán uniendo jóvenes, mayores y ancianos, quienes aportan su entusiasmo particular para que se produzca la magia. Unos no paran de dar escobazos a "diestro y siniestro", haciendo que todos los grupos o personas que están quietas, se muevan para sortear las llamas del fuego, otros tocan el caldero, el tambor, las tapaderas o la sartén y todos al unísono cantan sin cesar, una y otra vez, y todo ello saboreando un buen vino de pitarra una vez finalizada la procesión de la Virgen.
Cuenta la historia que fue un 12 de noviembre de 1556 cuando el emperador Carlos V hizo su entrada en el castillo de Fernando Álvarez de Toledo, conde de Oropesa y primo del duque de Alba que llevaba el mismo nombre, en Jarandilla de la Vera.
Para conmemorar esta efeméride histórica, Jarandilla de la Vera recrea la Edad Media con un mercado medieval renacentista, representaciones teatrales y un campamento participativo de oficios para todas las edades.
Además habrá recreaciones históricas con trovadores, moriscos o actuaciones itinerantes y música.
Una ruta por las bodegas llevará a los participantes a degustar los primeros vinos de pitarra de la temporada aderezados con migas extremeñas.